Por Cindy Palencia

El iceberg más grande del mundo está a la deriva

El A23a, con mil millones de toneladas de peso, podría desintegrarse en aguas más cálidas.

El iceberg más grande y antiguo del mundo, conocido como A23a, se encuentra a la deriva en el océano Antártico, según reportó la organización británica British Antarctic Survey (BAS). Esta gigantesca masa de hielo, que permaneció varada durante décadas al norte de las Islas Orcadas del Sur, ha comenzado a moverse nuevamente, sorprendiendo a la comunidad científica.

Con un grosor de placas de 400 metros, un peso cercano a los mil millones de toneladas y una superficie aproximada de tres mil 600 kilómetros cuadrados —un área comparable al tamaño de la Ciudad de México—, el A23a es una auténtica fortaleza de hielo.

Los expertos de BAS prevén que el iceberg continuará su recorrido hacia el océano Austral, impulsado por la corriente circumpolar antártica, un flujo marino que rodea el continente helado. En su trayecto, se espera que el A23a se acerque a la isla subantártica de Georgia del Sur, una zona clave donde convergen aguas frías y cálidas.

En este punto, el iceberg podría enfrentar un destino inevitable: el aumento de la temperatura del agua propiciará su fragmentación en bloques más pequeños, hasta que finalmente se derrita por completo. Este fenómeno no solo representa un espectáculo natural impresionante, sino que también podría impactar el ecosistema local. Los icebergs de gran tamaño pueden dificultar la navegación y afectar las rutas migratorias de especies marinas, como focas y pingüinos.

El desprendimiento y movimiento del A23a se atribuyen a procesos naturales que responden al cambio climático y a las dinámicas internas del hielo antártico. Aunque es común que masas de hielo se separen de las plataformas glaciares, el tamaño y antigüedad de este iceberg lo convierten en un caso extraordinario que capta la atención global.

La comunidad científica continuará monitoreando el viaje del A23a, ya que su evolución podría ofrecer pistas valiosas sobre los efectos del calentamiento global en las regiones polares y el comportamiento futuro de los glaciares antárticos.