Más de 260 efectivos de los servicios de emergencia rusos, apoyados por un total de 50 máquinas especializadas, trabajan intensamente en la limpieza del litoral del mar Negro tras el vertido de petróleo provocado por el naufragio de dos barcos con hidrocarburos. Las operaciones tienen como objetivo limpiar los efectos de la crisis ambiental en una franja de 35 kilómetros de costa que se vio afectada por el derrame.
De acuerdo con fuentes del departamento de Emergencias rusas citadas por la agencia Interfax, hasta el momento se han retirado más de 12 toneladas de productos petrolíferos y limpiado aproximadamente 4,2 kilómetros de la línea costera. Estas acciones buscan contener los daños ambientales y restaurar las zonas afectadas.
El gobernador de Krasnodar, Veniamín Kondrátiev, aseguró a la televisión pública rusa que la situación se encuentra bajo control. Sin embargo, destacó que las labores se realizan actualmente de forma manual, aunque se espera que el equipamiento especializado de la compañía Transneft llegue próximamente para acelerar el proceso de limpieza y facilitar la remoción de los residuos petrolíferos de la zona afectada.
Además, los servicios de rescate marítimo anunciaron la instalación de barreras flotantes de contención de entre 150 y 200 metros en la salida del estrecho de Kerch, el lugar donde se registró el naufragio, con el objetivo de evitar que la mancha de crudo continúe expandiéndose hacia otras áreas del mar Negro.
La operación refleja el esfuerzo conjunto de Rusia para contener el desastre y minimizar sus impactos ambientales. Se espera que el avance de las acciones, junto con el uso de tecnología avanzada, permita frenar el progreso de la mancha de crudo y proteger el ecosistema marino de la región.