El Gobierno de México anunció la creación de 25 nuevos albergues en la frontera norte para brindar atención exclusiva a mexicanos deportados, en respuesta a las posibles deportaciones masivas previstas por el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este plan estratégico será implementado a partir del 20 de enero, cuando Trump regrese a la Casa Blanca.
Los albergues estarán distribuidos en los principales puntos de entrada en la frontera y se enfocarán en proporcionar apoyo integral a las personas deportadas, incluyendo refugio temporal, asistencia médica y orientación para su reintegración. La medida se considera un esfuerzo clave para mitigar los efectos sociales y económicos de las posibles deportaciones en masa.
Autoridades mexicanas han señalado que esta acción responde al anuncio de políticas migratorias más estrictas por parte de la nueva administración estadounidense, lo que ha generado preocupación entre comunidades de migrantes mexicanos. Este esfuerzo busca garantizar una respuesta coordinada y humanitaria ante el posible aumento de retornos forzados.