El Jubileo, un evento extraordinario de la Iglesia católica celebrado cada 25 años, comenzó este martes con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro por parte del papa Francisco. Esta tradición invita a los fieles a fortalecer su fe y obtener el perdón de sus pecados mediante obras de caridad y el paso por las emblemáticas Puertas Santas.
Desde una silla de ruedas, debido a problemas de movilidad, el pontífice lideró el ritual que incluyó oraciones y lecturas en el atrio de la basílica. Posteriormente, golpeó tres veces la Puerta Santa, que se abrió para dar inicio formal al Año Santo, mientras miles de fieles seguían el acto en silencio. La ceremonia concluyó con la tradicional misa del gallo, reafirmando el significado espiritual del Jubileo.
Más de 30 mil personas se congregaron en la plaza de San Pedro, mientras otras seis mil asistieron al interior de la basílica. Este acto inaugural estuvo acompañado de estrictas medidas de seguridad, incluyendo detectores de metales y accesos controlados. Las celebraciones continuarán con la apertura de otras Puertas Santas en Roma, programadas para el 29 de diciembre, el 1 de enero y el 5 de enero de 2025, además de un gesto especial del papa en la prisión de Rebibbia el 26 de diciembre.
El Jubileo es una ocasión dedicada a consolidar la fe, promover la solidaridad y ofrecer indulgencias a quienes participen activamente en las actividades religiosas. Durante este tiempo, los fieles tienen la oportunidad de reconciliarse espiritualmente mediante el cruce de las Puertas Santas y la realización de actos de bondad hacia los más necesitados.
Este evento, que reúne a millones de personas en todo el mundo, resalta el mensaje de inclusión y misericordia promovido por el papa Francisco, al tiempo que reafirma la importancia de la fe y la renovación espiritual en la vida de la Iglesia y sus seguidores.