La presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza a la sugerencia del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cambiar el nombre del Golfo de México por "Golfo de América". En un acto público, la mandataria desestimó la propuesta calificándola como inapropiada y defendió el valor histórico y simbólico del nombre actual.

"El Golfo de México tiene reconocimiento internacional desde el siglo XV, mucho antes de que existiera Estados Unidos como nación", señaló Sheinbaum. Además, en tono irónico, sugirió que si Trump está interesado en nuevos nombres, podría considerar llamar "América Mexicana" a su propio país.

La controversia inició cuando Trump declaró ante medios estadounidenses su intención de rebautizar el Golfo de México al considerar que Estados Unidos realiza "la mayor parte del trabajo" relacionado con esa región marítima. "Qué nombre tan bonito, Golfo de América", dijo el magnate.

La respuesta de Sheinbaum, que incluyó una defensa basada en la historia y en acuerdos internacionales, subraya la postura del Gobierno federal frente a lo que consideran una propuesta absurda y unilateral. "En México gobierna el pueblo y defendemos nuestra historia, cultura y soberanía", agregó la mandataria.

Este cruce de declaraciones refleja las tensiones que podrían marcar el inicio del próximo gobierno estadounidense en sus relaciones con México.