La situación política en Corea del Sur se intensificó este miércoles, luego de que la oposición denunciara la posible fuga del presidente Yoon Suk-yeol, ante su inminente arresto relacionado con la declaración de la ley marcial en diciembre pasado. Las autoridades policiales han iniciado un operativo para localizar al mandatario, sumiendo al país en un clima de incertidumbre y tensión política.

Los abogados de Yoon cuestionaron la legalidad del procedimiento para detenerlo, asegurando que este no respeta las garantías legales. Este argumento ha sido respaldado por sus seguidores, quienes se manifestaron nuevamente frente a la residencia presidencial en apoyo al mandatario, mientras las fuerzas del orden se preparan para un segundo intento de arresto, luego de un fallido operativo el pasado viernes.

La controversia escaló el martes, cuando el director de la Oficina para la Investigación de Casos de Corrupción para Altos Funcionarios (CIO), Oh Dong-won, admitió desconocer el paradero exacto del presidente. Esto fortaleció las sospechas del principal partido opositor, el Partido Democrático (PD), que ha señalado repetidamente una posible huida de Yoon para evadir la justicia.

El caso ha polarizado a la opinión pública en Corea del Sur, desatando un debate sobre los límites del poder presidencial, la independencia del sistema judicial y la estabilidad democrática en el país. Las próximas horas serán cruciales para definir el rumbo de este complejo episodio político.