Los Ángeles vive una crisis sin precedentes con la adición del incendio Sunset, que se desató la tarde del miércoles en las colinas de Hollywood. Este nuevo siniestro se suma a los incendios Palisades, Eaton, Hurst y Lidia, que ya han dejado cinco fallecidos, más de 11,000 hectáreas devastadas, alrededor de 2,000 edificios destruidos y unas 180,000 personas evacuadas.
El fuego Sunset avanzó rápidamente, amenazando lugares emblemáticos como el Paseo de la Fama, el Hollywood Bowl y los teatros Chino y Dolby. Aunque las autoridades lograron controlar su avance durante la noche del miércoles, la emergencia obligó a evacuar a cientos de residentes y cerrar negocios en la zona, interrumpiendo la actividad turística en uno de los puntos más icónicos de la ciudad.
El combate contra las llamas se intensificó gracias a helicópteros movilizados para sofocar el Sunset, una táctica que no se había podido implementar en otros incendios debido a los fuertes vientos. Esta intervención fue crucial para frenar el crecimiento del fuego en horas críticas, permitiendo levantar las órdenes de evacuación en la mañana del jueves.
Mientras tanto, los otros incendios siguen activos y continúan representando un desafío monumental para los bomberos, quienes enfrentan condiciones extremas con altas temperaturas, baja humedad y ráfagas de viento impredecibles. Las autoridades esperan que el clima dé una tregua en las próximas horas para intensificar los esfuerzos de contención.
La devastación en Los Ángeles ha generado un llamado urgente de las autoridades para atender la emergencia climática y fortalecer las medidas de prevención contra incendios. La tragedia deja al descubierto la vulnerabilidad de la región frente a estos fenómenos, mientras los residentes afectados enfrentan pérdidas significativas y un futuro incierto.