Dos activistas de la organización climática Just Stop Oil llevaron a cabo una controvertida protesta en la Abadía de Westminster, en Londres, al realizar pintas con tiza sobre la tumba del naturalista británico Charles Darwin. Escribieron la frase “1.5 is dead” (El 1.5 está muerto) para denunciar que el planeta ha superado el límite crítico de calentamiento global de 1.5 grados centígrados, según datos recientes del servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.
Durante la acción, las activistas argumentaron que Darwin, conocido por su teoría de la evolución, "se estaría retorciendo en su tumba" al ver el impacto del cambio climático y la crisis ambiental actual, a la que calificaron como la sexta gran extinción. Con esta protesta, buscaron generar conciencia sobre la urgencia de tomar medidas inmediatas para enfrentar el cambio climático y evitar consecuencias catastróficas.
La intervención fue breve, y las manifestantes fueron escoltadas fuera del recinto por personal de seguridad. Las pintas con tiza, aunque impactantes, no dañaron permanentemente el sepulcro histórico de Darwin, considerado un sitio emblemático dentro de la Abadía.
El acto de Just Stop Oil se suma a una serie de protestas recientes que buscan llamar la atención de gobiernos y ciudadanos sobre la necesidad de acciones concretas para frenar el calentamiento global y proteger el medio ambiente. Sin embargo, estas tácticas también han generado controversia, ya que algunos consideran que afectan el respeto hacia el patrimonio cultural y científico.
La protesta ha reavivado el debate sobre los límites de las manifestaciones en la lucha contra el cambio climático y la importancia de proteger el legado histórico mientras se buscan soluciones sostenibles para el futuro del planeta.