El reciente alto al fuego entre Israel y Hamás ha dejado una pregunta clave sin resolver: ¿quién gobernará Gaza después de la guerra? Esta incógnita continúa siendo motivo de tensiones tanto a nivel interno como internacional, mientras se especula sobre el futuro político del territorio palestino.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado su negativa a permitir que Hamás retome el poder en Gaza. Desde los ataques del 7 de octubre de 2023, en los que murieron cerca de 1,200 personas, Netanyahu ha prometido erradicar al movimiento islamista palestino. Sin embargo, no existe consenso dentro de su gabinete sobre cómo manejar la administración del territorio. Propuestas como una ocupación militar israelí o la creación de un gobierno provisional respaldado por la comunidad internacional están sobre la mesa, pero sin decisiones definitivas.
En este contexto, países como Arabia Saudita, Qatar, Egipto y Jordania, junto con la Autoridad Palestina, han planteado la posibilidad de que esta última asuma la administración del territorio. Según el secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, el plan propuesto prevé una unificación de Gaza y Cisjordania bajo la Autoridad Palestina, evitando una ocupación militar israelí y garantizando la participación de la comunidad internacional en la reconstrucción.
El panorama sigue siendo incierto, con actores clave como Washington defendiendo una Administración interina compuesta por palestinos locales y representantes de la Autoridad Palestina. Este órgano sería responsable de restaurar los servicios básicos y transferir gradualmente el control a una administración reformada. Sin embargo, lograr consenso sobre esta transición promete ser un desafío de dimensiones históricas.