El papa Francisco envió un mensaje al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, animándolo a construir una nación en la que prevalezcan la justicia, la inclusión y la paz. En su misiva, difundida por la Santa Sede antes de la ceremonia de investidura, el líder de la Iglesia Católica destacó la importancia de rechazar el odio y la discriminación, pidiendo sabiduría y fortaleza para el magnate republicano en su retorno a la Casa Blanca como el 47º mandatario estadounidense.
"Le envío un cordial saludo y aseguro mis oraciones para que Dios Omnipotente le conceda sabiduría, fuerza y protección en el ejercicio de sus altas funciones", expresó el pontífice argentino. Además, recordó los ideales que definen a Estados Unidos como una “tierra de oportunidades y acogida para todos”.
Francisco instó al presidente electo a guiar a su pueblo hacia la prosperidad y a comprometerse con la construcción de una sociedad justa y libre de exclusión. Asimismo, hizo un llamado urgente para abordar los desafíos globales que enfrenta la humanidad, entre ellos el conflicto armado, reiterando su esperanza de que Trump promueva la paz y la reconciliación.
“Nuestra familia humana afronta numerosos desafíos, como el flagelo de la guerra”, escribió el pontífice, subrayando la necesidad de esfuerzos conjuntos para superar las divisiones. Finalizó su mensaje invocando abundantes bendiciones divinas para Trump, su familia y el pueblo estadounidense.
El papa Francisco y Trump han tenido desencuentros en el pasado, especialmente en torno a la política migratoria. Durante su entrevista en el programa televisivo italiano Che tempo che fa, el pontífice expresó preocupación por los planes de deportaciones masivas que Trump ha mencionado en su agenda. "Si esto es cierto, será una desgracia porque hará pagar la cuenta del desequilibrio a los pobres desgraciados que no tienen nada", opinó el papa, quien criticó que dichas políticas no solucionan los problemas de fondo.
El pontífice recordó su primer encuentro con Trump en 2017, cuando lo recibió en el Vaticano, y reiteró su deseo de que esta nueva administración busque soluciones humanas y justas a los problemas que afectan a los más vulnerables.