Melania Trump sorprendió con su elección de vestuario para la inauguración presidencial de 2025, optando por un conjunto de abrigo y falda de Adam Lippes. El diseñador, nacido en Nueva York, es conocido por su enfoque independiente y su marca homónima, que cuenta con una trayectoria de poco más de una década. Esta elección marca un contraste significativo con la elección de Ralph Lauren, quien vistió a la Primera Dama durante la toma de posesión de 2017.

De origen esloveno, Melania Trump se convierte en la segunda inmigrante en ocupar el cargo de Primera Dama de Estados Unidos, siguiendo el ejemplo de Louisa Adams, esposa del presidente John Quincy Adams. Durante el primer mandato de su esposo, Melania favoreció marcas europeas como Dolce & Gabbana y Alexander McQueen, pero en esta ocasión, la elección de Lippes parece subrayar los esfuerzos de la administración Trump por promover la economía estadounidense.

La elección de un diseñador independiente refleja un mensaje claro, en sintonía con el enfoque de la última campaña de Trump, que buscó fortalecer la producción local. Esta decisión resalta un giro hacia la moda nacional, contrastando con la incoherencia de las elecciones de vestuario anteriores, que a menudo no coincidían con el discurso de "comprar productos estadounidenses".

Con esta elección de estilo, Melania Trump no solo se presenta con una imagen fresca y moderna, sino que también refuerza un mensaje político en el que la moda se convierte en un reflejo de los valores promovidos por la administración Trump.