A menos de 24 horas de haber asumido nuevamente la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ha iniciado su agresiva política migratoria con deportaciones inmediatas, generando preocupación y tensión en las comunidades migrantes. Uno de los primeros casos fue el de Martín Escareño Díaz, un mexicano originario de Guadalupe, Zacatecas, quien fue deportado a Tijuana, Baja California, tras intentar cruzar la frontera con un documento falso.

En entrevista con medios locales, Martín, de 38 años, narró los momentos difíciles que vivió al ser detenido por las autoridades estadounidenses en la garita de San Ysidro. “Me detuvieron por intentar cruzar con papeles falsos. Estuve un día bajo custodia y al siguiente me deportaron”, comentó con resignación. Con una mochila, gorra y chamarra como únicas pertenencias, expresó que, a pesar de todo, no pierde la esperanza de regresar legalmente a Estados Unidos, donde ya había residido sin documentos en el pasado.

El caso ha provocado reacciones a nivel político. Saúl Monreal, senador de Zacatecas, expresó su indignación ante las nuevas medidas migratorias de Trump. “Es lamentable la insensibilidad humana. Esperamos una respuesta de la Cancillería Mexicana en respaldo de nuestros connacionales”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).

Entre las primeras acciones del mandatario republicano destaca la cancelación de la aplicación móvil CBP One, una herramienta utilizada por migrantes para agendar citas en puertos fronterizos. Desde los primeros minutos del mandato de Trump, la app dejó de funcionar, lo que cerró una de las pocas vías legales que tenían los migrantes en México para solicitar acceso a Estados Unidos.

En México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reaccionó ante el endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses. En su conferencia matutina, anunció que su gobierno buscará retornar a los migrantes varados en territorio mexicano a sus países de origen, en coordinación con acuerdos internacionales. “Ya tenemos mecanismos con Guatemala, Cuba y otros países centroamericanos para garantizar el retorno seguro de estas personas”, declaró Sheinbaum.

El regreso de Trump al poder marca un cambio radical en las relaciones bilaterales y pone en jaque a miles de migrantes que buscan una vida mejor en Estados Unidos. Para personas como Martín Escareño, el futuro es incierto, pero su historia representa a muchos otros que enfrentan una realidad marcada por la lucha y la esperanza. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención las decisiones que, en menos de 24 horas, ya están transformando el panorama migratorio en la región.