Las autoridades de Estados Unidos confirmaron que no hubo sobrevivientes tras la colisión entre un avión comercial y un helicóptero militar sobre el río Potomac, cerca del Aeropuerto Nacional Reagan de Washington, la noche del miércoles. La tragedia, considerada la más grave en casi 24 años en el país, ha generado cuestionamientos sobre la seguridad aérea.

El vuelo 5342 de American Eagle, subsidiaria de American Airlines, partió de Wichita, Kansas, con 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. A las 20:48 h, cuando se aproximaba a su destino, impactó contra un helicóptero militar con tres ocupantes. Equipos de emergencia desplegaron un operativo masivo en la zona, con buques de rescate, ambulancias y helicópteros. Debido a las bajas temperaturas y la presencia de placas de hielo en el río, las labores de rescate se complicaron, pasando rápidamente a una operación de recuperación de cuerpos.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, señaló que el accidente “era evitable” y que tanto el avión como el helicóptero seguían trayectorias normales en un espacio aéreo compartido. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) investiga las causas del siniestro, mientras que registros de radio muestran que los controladores aéreos advirtieron sobre el tráfico en la zona antes del impacto.

Entre las víctimas había atletas de patinaje artístico que regresaban de un campeonato en Wichita, según la Federación de Patinaje de EE.UU. La alcaldesa de Wichita, Lily Wu, expresó su solidaridad con las familias afectadas y afirmó que esta tragedia unirá para siempre a ambas ciudades. Mientras tanto, el aeropuerto de Washington reabrió hoy a las 11:00 h tras permanecer cerrado por la emergencia.

El accidente aéreo en Washington ha conmocionado a EE.UU. Autoridades confirmaron que no hubo sobrevivientes y que la investigación sigue en curso. #