Con 322 votos a favor y 107 en contra, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley del Infonavit, lo que permitirá al instituto comprar terrenos para la construcción de viviendas de interés social mediante una empresa filial. La iniciativa, impulsada por Morena y sus aliados, fue enviada de regreso al Senado para su ratificación, tras un intenso debate de casi nueve horas en San Lázaro.
A pesar de que se presentaron alrededor de 200 reservas al dictamen, ninguna fue admitida para su discusión en el pleno. Legisladores del bloque mayoritario defendieron la reforma, argumentando que garantizará el acceso a una vivienda digna para los trabajadores con menores ingresos. También aseguraron que se mantendrá la estructura tripartita del Infonavit y que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores supervisarán la operatividad de la empresa constructora.
Sin embargo, la oposición criticó duramente la propuesta. El diputado del PAN, Elías Lixa, la calificó como un “atraco” a los ahorros de los trabajadores, asegurando que el gobierno busca apropiarse de los 2.4 billones de pesos que conforman el patrimonio del Infonavit. Además, señaló que la empresa filial, al constituirse como Sociedad Anónima de Capital Variable, no estaría sujeta a auditorías ni mecanismos de transparencia.
Entre pancartas y consignas como “Ha nacido el Morenavit”, legisladores panistas denunciaron que la reforma abre la puerta a la corrupción y a un manejo opaco de los recursos de los trabajadores. En respuesta, diputados de Morena rechazaron las acusaciones y aseguraron que el patrimonio del instituto seguirá intacto. Con la iniciativa en manos del Senado, el debate sobre el futuro de la política de vivienda en México sigue abierto.