Cientos de personas se congregaron frente al Departamento del Tesoro en Washington para manifestarse en contra del creciente poder de Elon Musk dentro del Gobierno federal. Los inconformes expresaron su rechazo al papel que el magnate desempeña en la administración de Donald Trump, señalando que no fue elegido para ocupar una posición de control sobre las finanzas públicas.
El motivo central de la protesta fue la reciente autorización concedida al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Musk, para acceder al sistema de pagos del Tesoro. Los manifestantes consideraron esta medida como una amenaza a la transparencia y a la autonomía de las instituciones financieras del país.
La controversia se intensificó el pasado viernes, cuando un alto funcionario del Tesoro dimitió tras haberse resistido a facilitar el acceso del DOGE a las cuentas públicas. Su salida dejó el camino libre para que el equipo de Musk tomara control de la supervisión financiera, a pesar de no formar parte oficialmente del Gobierno.
Organizaciones en defensa de la democracia advirtieron que esta maniobra podría consolidar una influencia desproporcionada del empresario en la gestión económica de la nación. Ante el descontento, los manifestantes exigieron que se revoque la decisión y que el Congreso intervenga para frenar lo que consideran una intromisión indebida en los asuntos públicos.