Enero se convirtió en el más cálido jamás registrado en el planeta, según el observatorio europeo Copernicus. Con una temperatura media global 1.75°C superior a los niveles preindustriales, este récord supera el establecido en enero de 2024, lo que refuerza la tendencia de calentamiento impulsada por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Científicos del clima habían anticipado una disminución en las temperaturas debido a la transición de El Niño a La Niña, un fenómeno climático que generalmente provoca un enfriamiento. Sin embargo, el calor extremo ha persistido, generando incertidumbre sobre los factores adicionales que podrían estar contribuyendo a esta anomalía térmica.
Julien Nicolas, investigador de Copernicus, señaló que el efecto de enfriamiento esperado no se ha materializado, lo que ha sorprendido a la comunidad científica. Esto ha abierto un debate sobre los elementos que están impulsando el calentamiento global a niveles superiores a lo previsto.
De acuerdo con Copernicus, las condiciones en el Océano Pacífico ecuatorial sugieren que la transición a La Niña se ha ralentizado o incluso estancado. Se prevé que su impacto sea débil y de corta duración, con la posibilidad de que desaparezca por completo en marzo, dejando al planeta sin un amortiguador natural contra el aumento de temperaturas.