En San Diego, California, un grupo de conductores latinos se organiza durante las madrugadas para recorrer vecindarios y alertar sobre la presencia de autoridades migratorias. Bajo el nombre de "Patrulla comunitaria", este movimiento busca advertir a familias trabajadoras sobre redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) para evitar detenciones de migrantes sin historial criminal.

Adriana, activista de la región, explicó a EFE que la labor de la patrulla no interfiere con operativos dirigidos a personas con antecedentes penales, sino que su objetivo es proteger a quienes han construido su vida en Estados Unidos. "La intención es avisar a las familias trabajadoras, porque los agentes no solo buscan a una persona en específico, como antes hacían, sino que se lanzan hacia toda la comunidad", señaló.

El aumento en las redadas migratorias ha generado preocupación entre los inmigrantes, especialmente tras las políticas de endurecimiento en deportaciones. Grupos de defensa han señalado que estas acciones pueden separar familias y afectar la economía local, ya que muchos de los afectados desempeñan labores esenciales.

A través de redes sociales y mensajes en tiempo real, la Patrulla comunitaria busca brindar apoyo y prevenir arrestos indiscriminados. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos han intensificado sus esfuerzos para proporcionar asesoría legal y estrategias de protección para la comunidad migrante.