El Senado de Estados Unidos confirmó a Robert F. Kennedy Jr. como nuevo secretario de Salud, a pesar de sus controvertidas posturas negacionistas sobre temas científicos. Kennedy, conocido por sus teorías sobre la supuesta inseguridad de las vacunas y su creencia de que el VIH no causa el sida, ha generado preocupación entre científicos y médicos. Estas ideas, en su mayoría desacreditadas, han causado alarmas sobre el impacto que podría tener en las políticas de salud pública en el país.
En su libro Anthony Fauci. Bill Gates. Big Pharma. Una guerra global contra la democracia y la salud pública, Kennedy revivió teorías desacreditadas sobre el VIH, planteando ideas como que el virus es inofensivo y que el consumo de drogas recreativas en hombres homosexuales fue la verdadera causa del sida. Estas afirmaciones, al igual que su postura contra las vacunas, han sido ampliamente refutadas por la comunidad científica.
La historia de negacionismo científico en otras partes del mundo, como en Sudáfrica bajo el gobierno de Thabo Mbeki, revela los peligros de tales posturas. Mbeki, influenciado por teorías negacionistas del sida, provocó la muerte de miles de personas al negar el uso de tratamientos antirretrovirales. En este contexto, el temor es que la llegada de Kennedy al poder en EE. UU. pueda generar un efecto similar.
Los activistas de la Campaña de Acción por el Tratamiento en Sudáfrica son un ejemplo de cómo el activismo de base puede cambiar el curso de la historia, desafiando políticas de salud que ponen en peligro la vida de miles. A pesar de las dificultades, su lucha permitió que el país estableciera el mayor programa de medicamentos antirretrovirales del mundo.