En una reciente decisión emitida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, se ha designado a ocho grupos criminales, entre ellos la organización venezolana Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha, como organizaciones terroristas trasnacionales. El documento, divulgado como versión preliminar en el Registro Federal, sostiene que estas organizaciones representan una amenaza significativa para la seguridad de Estados Unidos y la estabilidad del hemisferio occidental.
Firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio, el documento resalta que, tras una exhaustiva revisión de los expedientes administrativos, se concluyó que existe una base suficiente para declarar a estos grupos como terroristas. El objetivo de esta designación es contrarrestar sus actividades criminales, que incluyen violencia y terror en diversas regiones de América Latina y, particularmente, en Estados Unidos.
La decisión se fundamenta en la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump el 20 de enero, que estableció el plazo de 14 días para que el Departamento de Estado y otras agencias relevantes pudieran evaluar la situación y tomar las acciones necesarias.
Según el gobierno de Estados Unidos, estos cárteles internacionales representan una amenaza mucho mayor que la delincuencia organizada tradicional, ya que sus actividades abarcan desde la violencia extrema hasta el tráfico de drogas. La orden subraya que estos grupos han desestabilizado países clave para los intereses nacionales de EE. UU. y han contribuido a una crisis de violencia y tráfico de drogas, afectando directamente la seguridad estadounidense.
Además, el documento menciona que, en regiones de México, los cárteles operan casi como entidades gubernamentales, controlando aspectos cruciales de la sociedad, lo que representa una amenaza a la seguridad de la nación y a la estabilidad internacional en América Latina. En este contexto, se menciona específicamente al Tren de Aragua y a la Mara Salvatrucha, destacando que sus campañas de violencia y terror afectan tanto a Estados Unidos como a otros países de la región.
La orden también establece medidas para erradicar completamente la presencia de estas organizaciones en territorio estadounidense, así como sus estructuras de mando y control fuera de EE. UU., con el fin de proteger la seguridad y estabilidad del país.
La designación de estas organizaciones como terroristas trasnacionales se considera un paso importante en los esfuerzos de Estados Unidos para combatir el crimen organizado y garantizar la seguridad de sus ciudadanos y fronteras.