Por Redacción Contra Réplica

Un conflicto verbal que podría afectar la relación entre EE. UU. y Ucrania

Los ataques entre los líderes de EE. UU. y Ucrania subrayan las tensiones en el contexto de la guerra en Ucrania y las discusiones internacionales con Rusia.

El presidente estadounidense, Donald Trump, intensificó el miércoles sus ataques contra su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, acusándolo de ser un "dictador sin elecciones". Esta acusación se produce en un contexto delicado, ya que Ucrania no celebrará elecciones presidenciales en 2024 debido a la guerra en curso con Rusia. Trump, desde su residencia en Florida, continuó cuestionando la legitimidad de Zelenski, lo que ha generado preocupaciones sobre una posible ruptura entre Washington y Kiev.

Por su parte, Zelenski respondió durante una rueda de prensa, señalando que Trump parecía vivir "en un espacio de desinformación" rusa, acusando al expresidente de replicar la retórica del Kremlin. Además, el líder ucraniano apuntó a la administración de Trump por ayudar a Vladimir Putin a salir del aislamiento internacional impuesto por Occidente desde la invasión de Ucrania en 2022. Estas declaraciones subrayan las profundas divisiones que persisten sobre el manejo del conflicto y la posición de Estados Unidos hacia Rusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, también se pronunció el miércoles sobre el reciente encuentro diplomático entre Rusia y Estados Unidos, calificando los resultados de las conversaciones como "positivos". Este diálogo, realizado en Arabia Saudita, fue el primero entre los jefes de la diplomacia de ambas potencias desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania hace tres años. Aunque las conversaciones reflejan una disposición a la negociación, la tensión sigue latente, con las críticas de Trump hacia Zelenski alimentando aún más el fuego en la arena internacional.

El conflicto verbal entre Trump y Zelenski es solo el último episodio en una serie de intercambios que han marcado la relación entre Estados Unidos y Ucrania en medio de la guerra. Las acusaciones mutuas podrían complicar la ya difícil situación diplomática, poniendo en duda el futuro apoyo de Washington a Kiev en su lucha contra la invasión rusa.