Sisa, una cría huérfana de oso andino, fue rescatada en agosto pasado tras ser abandonada en una vivienda con una soga al cuello. Ahora, en el Zoológico de Quito (QuitoZoo), se busca padrinos que ayuden a financiar la construcción de un nuevo hogar para ella, un hábitat de 3.000 metros cuadrados que simule lo más posible su entorno natural, aunque no pueda regresar a la vida silvestre.

La pequeña Sisa fue rescatada en la comunidad de Angamarca, en la provincia de Cotopaxi, cuando apenas tenía un mes de nacida. Tras ser atendida por la Policía ambiental y el Ministerio de Ambiente, fue llevada a un hospital veterinario en Latacunga, donde se le trató por deshidratación y se le ayudó a recuperar su salud, aunque su desarrollo físico estaba por debajo de lo que habría sido en su hábitat natural.

El rescate de Sisa no solo fue un acto de compasión, sino también un recordatorio de la importancia de preservar a las especies en peligro de extinción como el oso andino, una especie endémica de Sudamérica. Con su hábitat natural cada vez más amenazado por la deforestación y la expansión humana, Sisa es un símbolo de la lucha por la conservación de la fauna en la región. Aunque la cría no podrá regresar a su hogar original, los esfuerzos del Zoológico de Quito son clave para garantizar que crezca en un ambiente lo más adecuado posible, sin perder la oportunidad de recibir el cuidado necesario para su bienestar.

El zoológico busca la colaboración de la comunidad, tanto local como internacional, para recaudar los fondos necesarios para la construcción de su hábitat. Además, el proyecto no solo beneficiará a Sisa, sino también a futuras crías huérfanas que puedan necesitar atención. Los padrinos no solo contribuirán al bienestar de Sisa, sino también al fortalecimiento de los esfuerzos de conservación de esta emblemática especie.