México, con sus 68 lenguas indígenas agrupadas en 11 familias lingüísticas, es uno de los ocho países con mayor diversidad lingüística en el mundo. Sin embargo, esta riqueza cultural está en peligro de desaparecer, advirtió Violeta Vázquez-Rojas Maldonado, subsecretaria de Ciencias y Humanidades, durante la conferencia matutina presidencial.
La funcionaria detalló que, en 1900, el 15.4% de la población mexicana hablaba una lengua indígena. Este porcentaje disminuyó drásticamente a 7.1% en el año 2000 y a 6.2% en 2020. “Esto se debe a que las nuevas generaciones ya no adquieren las lenguas de sus madres y padres, sino que estas se van desplazando a favor del español”, lamentó.
Según Vázquez-Rojas, la tasa de pérdida lingüística, es decir, el porcentaje de niños y niñas que no hablan la lengua de sus madres cuando estas son hablantes de lenguas indígenas, es de aproximadamente 40%. Este fenómeno se debe, en gran medida, a la discriminación que enfrentan las comunidades indígenas.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis 2022), realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), reveló que tres de cada 10 personas indígenas mayores de 12 años han sido discriminadas en algún momento, siendo su lengua la principal causa de exclusión.
La subsecretaria recordó que, durante gran parte del siglo XX, el Estado mexicano implementó políticas de castellanización, que buscaban unificar al país en torno al español, lo que resultó en el desplazamiento brutal de muchas lenguas indígenas. “Actualmente, el Estado mexicano reconoce el valor del plurilingüismo y todas las lenguas indígenas tienen el mismo estatus que el español como lenguas nacionales”, afirmó.
Para contrarrestar esta pérdida, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) y la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación están trabajando en investigaciones académicas para identificar los factores que desalientan la transmisión de las lenguas entre generaciones. Con base en estos estudios, se están desarrollando políticas públicas para evitar su desplazamiento y fomentar su preservación.
“Es fundamental crear conciencia sobre la importancia de nuestras lenguas indígenas y combatir la discriminación que enfrentan sus hablantes”, concluyó Vázquez-Rojas Maldonado. La diversidad lingüística de México no solo es un tesoro cultural, sino también una parte esencial de la identidad nacional que debe protegerse para las generaciones futuras.