Este lunes comenzó en Vannes, al oeste de Francia, el juicio contra Joël Le S, un excirujano de 74 años acusado de violar y agredir sexualmente a 299 pacientes durante un período de 25 años. La mayoría de las víctimas eran niños, con una edad promedio de 11 años, aunque entre los casos se incluyen la violación de un bebé de un año y la agresión sexual a un hombre de 70 años.

Joël Le S, quien vistió una chaqueta negra al comparecer ante el tribunal, enfrenta 111 cargos de violación y 189 de agresión sexual, agravados por el abuso de su posición como médico y la vulnerabilidad de sus víctimas. De los 299 casos, 256 involucran a menores de 15 años.

El juicio, que se extenderá por cuatro meses, se celebra dos meses después del caso de Gisèle Pelicot, otro escándalo de violaciones en serie que conmocionó a Francia. Dado el elevado número de víctimas, estas seguirán el proceso desde una sala anexa y solo ingresarán a la sala principal para declarar.

Marie Grimaud, abogada de 39 de las partes civiles, explicó que las víctimas no esperan nada del acusado, pero sí buscan "recuperar un poco de dignidad, humanidad y consideración por parte de la justicia". Amélie Lévêque, una de las víctimas, confesó su miedo a enfrentarse al acusado, aunque también expresó alivio por el inicio del juicio.

El caso salió a la luz en 2017, cuando una vecina de 6 años denunció haber sido violada por Joël Le S en Jonzac, su lugar de residencia. Durante el registro de su domicilio, las autoridades encontraron más de 300,000 imágenes de pornografía infantil, así como cuadernos en los que el médico detallaba los abusos cometidos bajo los efectos de la anestesia, incluso en la mesa de operaciones.

A pesar de haber sido condenado en 2005 por posesión de pornografía infantil, Joël Le S continuó ejerciendo la medicina hasta que fue arrestado en 2017. Actualmente, ya cumple una condena en prisión por delitos similares contra cuatro menores, incluida su vecina y dos sobrinas.

El juicio se desarrollará bajo estrictas medidas para proteger a las víctimas, quienes tienen derecho a declarar a puerta cerrada. El veredicto se espera para el 6 de junio, marcando el cierre de uno de los casos más impactantes de abuso sexual en la historia reciente de Francia.