Un apagón de gran magnitud dejó sin electricidad al 90% de Chile este martes, afectando a millones de personas desde Arica hasta la región de Los Lagos. La interrupción del suministro eléctrico, que comenzó a las 15:16 horas, generó caos en el transporte público, las telecomunicaciones y los servicios médicos.
En Santiago, la capital, el sistema de metro quedó paralizado, y las señales de tráfico dejaron de funcionar, complicando la movilidad urbana. Además, el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar fue suspendido debido a la falta de energía. El presidente Gabriel Boric declaró estado de excepción y estableció un toque de queda desde las 22:00 hasta las 6:00 horas en las regiones afectadas, desplegando más de 3.000 militares para mantener el orden y apoyar en la restauración del servicio eléctrico.
La causa del apagón se atribuye a una falla en una línea de transmisión de 500 kV en el Norte Chico, lo que provocó una desconexión en cadena en el sistema eléctrico nacional. Aunque las autoridades han descartado un ataque o ciberataque, se ha iniciado una investigación para determinar las responsabilidades y evitar futuros incidentes. Hasta el momento, no se han reportado actos vandálicos ni accidentes graves relacionados con el corte de energía.
Hacia la medianoche del miércoles 26 de febrero, el Coordinador Eléctrico Nacional informó que se había recuperado el 90% del consumo eléctrico en las zonas afectadas. Sin embargo, la normalización total del servicio podría demorar más tiempo en algunas áreas. El gobierno ha enfatizado la necesidad de revisar y fortalecer la infraestructura eléctrica del país para prevenir futuras crisis de este tipo.
Este incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad del sistema eléctrico chileno y la importancia de una gestión eficiente para garantizar la continuidad de los servicios básicos en todo el territorio nacional.