Texas enfrenta un brote de sarampión sin precedentes en los últimos 30 años, con 124 casos confirmados desde finales de enero. El Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas informó que, hasta el 25 de febrero, 18 pacientes han requerido hospitalización debido a la gravedad de los síntomas.
Lamentablemente, se ha registrado la primera muerte relacionada con este brote: un niño en edad escolar no vacunado del condado de Lubbock. El brote se concentra principalmente en el condado de Gaines, una zona rural con una significativa población menonita, donde las tasas de vacunación están por debajo de los objetivos nacionales.De los casos reportados, 39 corresponden a niños menores de cuatro años y 62 a menores de 17.
Las autoridades sanitarias han emitido múltiples alertas de salud pública y están monitoreando de cerca la situación para contener la propagación del virus. El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite por el aire a través de secreciones respiratorias de personas infectadas. Puede provocar complicaciones graves, como problemas cognitivos, sordera e incluso la muerte.
La vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola), administrada generalmente en la niñez, proporciona inmunidad de por vida. Sin embargo, quienes nacieron después de 1957 y fueron vacunados antes de 1968 podrían necesitar una dosis de refuerzo debido a la menor efectividad de las vacunas utilizadas en esa época. Las autoridades instan a la población a verificar su estado de vacunación y a consultar con profesionales de la salud para prevenir nuevos contagios.