El líder de ATE, Rodolfo Aguiar, encabezó la manifestación y expresó la disposición de confrontar al gobierno en todos los frentes para frenar un ajuste que, según él, “resquebraja todo el tejido social y productivo”. Aguiar solicitó la reapertura de las negociaciones salariales, destacando que los aumentos acordados en 2024, que fueron del 73,3%, se quedan muy por debajo de la inflación anual estimada del 117,7%.
El sindicalista también criticó los recientes aumentos salariales de 1,5% y 1,2% para enero y febrero, respectivamente, señalando que no se corresponden con el aumento del costo de vida. La inflación en enero fue del 2,2%, y se espera que la de febrero alcance el 2,9%, según estimaciones privadas.
Además de la cuestión salarial, Aguiar exigió la reincorporación inmediata de los trabajadores cesanteados sin causa justificada, y la renovación automática de los contratos laborales vencidos en febrero y marzo. La protesta también se opuso al cierre y fusión de organismos, medidas que forman parte del plan de ajuste propuesto por el gobierno.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, defendió las políticas del gobierno, argumentando que los recortes en el sector público son necesarios para lograr el déficit cero y combatir la inflación. Según Sturzenegger, entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, aproximadamente 36,000 empleados públicos perdieron su trabajo.
En medio de estas protestas, otros sectores como la educación y el transporte público también han realizado o tienen previstas movilizaciones con demandas similares. El sábado, el sindicato ferroviario planea llevar a cabo un paro en las líneas de trenes urbanos de Buenos Aires, sumándose a las acciones de protesta contra las políticas de Milei.