La Cámara de Diputados aprobó este martes la reforma constitucional para prohibir el nepotismo electoral, aunque con un cambio significativo: la medida entrará en vigor en 2030, y no en 2027, como originalmente propuso la presidenta Claudia Sheinbaum. La decisión refleja los acuerdos alcanzados en el Senado, donde Morena y sus aliados pactaron posponer la aplicación de la reforma, lo que generó críticas de la oposición y tensiones al interior del partido guinda.
En una sesión marcada por acusaciones mutuas entre las bancadas sobre la promoción de dinastías políticas, la reforma fue aprobada en lo general con 477 votos a favor. Sin embargo, en lo particular, Movimiento Ciudadano (MC) votó en contra, al igual que la diputada María Teresa Ealy (Morena) y Emilio Manzanilla (PT). Además, cuatro morenistas, entre ellos Sergio Mayer, se abstuvieron.
El vicecoordinador de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, retiró una reserva que buscaba aplicar la reforma en las elecciones intermedias de 2027, reconociendo que incluso dentro de su partido hubo dificultades para cumplir con el propósito de la presidenta Sheinbaum. “Morena no apoyará el nepotismo como forma de obtener candidaturas, pero tampoco en los partidos aliados. Ese es el compromiso”, afirmó.
La oposición no tardó en señalar que Morena dio la espalda a la mandataria. Annia Sarahí Gómez (PAN) denunció que el partido guinda buscó negociar con su bancada para mantener la fecha original, pero finalmente cedió a las presiones del PVEM, su aliado en el Senado. “El PVEM les dictó los votos”, acusó.
El coordinador del PVEM, Carlos Puente Salas, aprovechó la sesión para anunciar su aspiración a la gubernatura de Zacatecas, lo que dejó en evidencia los alcances de la negociación entre Morena y sus aliados.
En medio de los debates, diputados con lazos familiares en la política defendieron la reforma. David Cortés Mendoza (PAN), hermano del senador Marko Cortés, acusó a Morena de ser “el vivo ejemplo de las bestias del nepotismo”. Por su parte, Diana Karina Barreras (PT), esposa del presidente de la Cámara, Sergio Gutiérrez Luna (Morena), afirmó que la reforma “desterrará de una vez por todas las dinastías políticas”.
Raymundo Vázquez Conchas (Morena), cuñado de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, celebró la medida con un contundente: “¡Se acabó el nepotismo!”. Sin embargo, Ivonne Ortega (MC) criticó la reforma como una “simulación”, argumentando que “se erradicará el nepotismo, pero en 2030, cuando los compadres ya hayan llegado”.
La reforma, que ahora será enviada a los congresos estatales para su ratificación, busca prohibir que familiares de funcionarios en cargos de elección popular puedan contender por puestos públicos. Sin embargo, el aplazamiento de su aplicación hasta 2030 ha generado dudas sobre su efectividad inmediata y ha dejado al descubierto las tensiones políticas al interior de la coalición gobernante.