Yessica "Kika" Chávez, una de las boxeadoras más destacadas de México, será la tercera mexicana en ingresar al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Nueva York, un reconocimiento que celebra su carrera de más de 18 años y su lucha por romper los estigmas de género en un deporte tradicionalmente dominado por hombres.
Originaria de Ecatepec, Estado de México, Kika Chávez ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de su carrera, desde la falta de recursos económicos hasta la resistencia de figuras clave en el boxeo, como su padre, el ex campeón mundial Juan Manuel Chávez, y el reconocido entrenador Ignacio "Nacho" Beristáin.
“Me siento muy bendecida por este reconocimiento. Los actores ganan los premios Oscar, los cantantes Grammys y este es el mayor galardón para nosotras. No ha sido fácil, pero todo lo que viví me hizo crecer y mejorar”, comentó Kika en entrevista.
Kika debutó en el boxeo profesional en 2006, a los 17 años, con una victoria por nocaut ante Maribel "La Pantera" Cruz. Sin embargo, su camino no fue sencillo. Su padre, al principio, se negó a entrenarla, sugiriéndole que jugara con muñecas en lugar de boxear. “Le decía que era como Rocky, que solo entrenaba a sus amigos, pero mi insistencia lo convenció”, recordó.
Más tarde, tuvo que ganarse el respeto de Ignacio Beristáin, entrenador legendario que formó a 29 campeones del mundo y que inicialmente se resistía a trabajar con mujeres. “Nacho nunca quiso entrenar mujeres, decía que le hervía la sangre ver las miserias que les pagaban por pelear. Me gané mi lugar a golpes”, afirmó Kika.
En 2011, Kika se consagró como campeona mundial de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al vencer a Irma "La Güerita" Sánchez en Boca del Río, Veracruz. Este triunfo marcó un punto de inflexión en su carrera, atrayendo la atención de los medios y abriendo puertas para las mujeres en el boxeo.
En 2017, defendió con éxito su título mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante Esmeralda Moreno, conquistando el cinturón diamante, uno de los mayores logros en su carrera. “Trabajé muy duro y juré que no iba a descansar ningún día para lograr este sueño”, declaró emocionada tras la pelea.
Desafíos persistentes en el boxeo femenil
A pesar de los avances, Kika señala que aún existen desigualdades en el boxeo femenil, especialmente en los salarios. “El boxeo femenil ha evolucionado muchísimo en aspectos técnicos, pero en lo que todavía no hay avance es en el pago”, explicó.
Mientras que peleas como la entre Amanda Serrano y Katie Taylor han alcanzado bolsas millonarias, la mayoría de las boxeadoras no reciben compensaciones similares. “Nosotras evolucionamos y nos superamos a diario en el gimnasio, pero no vemos ese crecimiento y apertura por parte de los promotores”, lamentó.
Con un récord de 32 victorias, 5 derrotas y 3 empates en 40 combates, Kika Chávez ha dejado una huella imborrable en el boxeo mexicano. Tras su inducción al Salón de la Fama, planea retirarse y dedicarse a entrenar a las nuevas generaciones de boxeadores.
“La pelea que marcó mi trayectoria fue cuando fui campeona por primera vez ante la Güerita Sánchez. A partir de ahí, el mundo me conoció”, recordó.
Kika Chávez no solo es un ícono del boxeo, sino también una inspiración para las mujeres que luchan por abrirse paso en un mundo tradicionalmente masculino. Su ingreso al Salón de la Fama es un reconocimiento a su talento, perseverancia y contribución a la igualdad en el deporte.