El brote de mpox, que ha afectado a varios países vecinos, llevó a la Organización Mundial de la Salud a declarar una emergencia de salud pública global. No obstante, la violencia ha interrumpido los esfuerzos para contener el virus y tratar a los pacientes. La captura de Goma y Bukavu por parte de los rebeldes forzó a cientos de pacientes a huir de los centros de tratamiento, mientras los suministros de medicamentos y vacunas se escasean debido a la falta de acceso a corredores humanitarios.
El médico Serge Munyahu Cikuru, a cargo de la zona de salud de Miti Murhesa, en la provincia de Kivu del Sur, también controlada por el M23, explicó que la inseguridad ha paralizado los esfuerzos médicos: "La situación ha sido muy difícil. La inseguridad ha interrumpido todo." Además, la recolección y prueba de muestras médicas se ha vuelto más lenta debido al conflicto.
El país también enfrenta otros brotes, como cólera y sarampión, lo que agrava la situación sanitaria. Aunque ha habido un aumento del 31% en los casos de mpox en la última semana, los informes reflejan una disminución en los reportes debido a la crisis de seguridad. Solo siete de las 26 provincias informaron casos la semana pasada, lo que pone en evidencia el aislamiento de la región este, donde la lucha contra la enfermedad es más difícil.
En Miti Murhesa, el centro de tratamiento de mpox se queda rápidamente sin suministros, y pacientes como Mubake Buroko Patrick, que recibe tratamiento, relataron lo difícil que ha sido conseguir medicamentos debido a la guerra. "La guerra ha complicado nuestro acceso a los medicamentos", dijo.
La situación sigue siendo grave, con más de 600 pacientes de mpox que huyeron de diferentes hospitales cuando los combates se intensificaron. Las autoridades están negociando la creación de un corredor humanitario para facilitar la ayuda, pero la escasez de medicamentos y el miedo a un aumento de los casos continúan siendo una gran preocupación para los trabajadores de salud en la región.
"La atención a los pacientes continúa, pero la escasez de medicamentos es una gran preocupación", concluyó el doctor Cikuru, quien teme que la situación empeore si no se toman medidas inmediatas.