En Chihuahua, nueve incendios permanecen activos en la Sierra Tarahumara, afectando más de mil 700 hectáreas. El municipio de Balleza ha sido el más afectado, con un siniestro en El Vergel que ha devastado más de 500 hectáreas. Otros incendios se registran en Guachochi, Bocoyna y Uruachi, y los brigadistas continúan luchando contra las llamas en zonas de difícil acceso.
En Durango, dos basureros municipales se incendiaron debido a los vientos fuertes. El siniestro en Nombre de Dios fue finalmente controlado, pero el incendio en El Salto, Pueblo Nuevo, avanzó hacia la sierra, afectando un predio forestal y alcanzando la autopista Durango-Mazatlán.
El Estado de México también ha sido afectado, con un incendio en el cerro Tequexquináhuac, en Tlalnepantla, que fue sofocado rápidamente por los bomberos. Además, en la Ciudad de México, el Cerro de la Estrella en Iztapalapa registró un incendio que se extendió rápidamente por el pastizal debido al viento.
Autoridades de varios estados han instado a la población a evitar prácticas que puedan desencadenar incendios y a reportar cualquier siniestro al 911 o a la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). La temporada de estiaje, con altas temperaturas y condiciones de sequedad, sigue siendo un factor clave en la propagación de estos incendios, que continúan siendo una amenaza para las zonas afectadas.
Las brigadas y los voluntarios siguen trabajando en las zonas más críticas, con el objetivo de evitar que el fuego se reavive y mitigar los daños.