Los entrenadores de gimnasia Eduardo Damazo Rodríguez Hinojosa y Rubén Torres Dávila enfrentan un total de 17 denuncias por abuso sexual, según informó la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León. Las acusaciones, presentadas por mujeres que fueron víctimas de los presuntos delitos, han sido compartidas en redes sociales, lo que ha llevado a más personas a denunciar.

De acuerdo con Luis Enrique Orozco, vicefiscal del Ministerio Público, Rodríguez Hinojosa acumula 11 denuncias, mientras que Torres Dávila tiene seis. "Tenemos un total de denuncias presentadas, todas por parte de mujeres. Se hace referencia a distintos actos de índole sexual, y casi todos, cuando ellas tenían la condición de niñas o de adolescentes", explicó Orozco.

En el caso de Torres Dávila, el funcionario detalló que, antes del 11 de marzo, cuando se abrió la carpeta de investigación, ya existía un antecedente de que el entrenador había cumplido una condena en prisión. "Son hasta este momento ocho eventos, de los cuales, en su oportunidad, se impusieron cinco vinculaciones a proceso por jueces de control. Cuatro se concluyeron con una suspensión, y el quinto con una condena de cuatro años de prisión, de los cuales cumplió dos y obtuvo un beneficio preliberacional", indicó.

Ayer, un grupo de mujeres víctimas de Torres Dávila acudió a la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos cometidos contra las Mujeres para denunciar al que fuera su entrenador. La vocera del grupo explicó que muchas de las víctimas aún tienen miedo de hablar, y que para algunas era la primera vez que compartían el tema con sus familias. "Muchas tienen miedo, no quieren salir todavía a denunciar. Incluso estaban llorando en la mañana, y me dicen que es la primera vez que hablan", destacó.

Las denunciantes señalaron que Torres Dávila abusó de ellas repetidamente cuando eran niñas, en varios gimnasios municipales de la zona metropolitana de Monterrey, incluyendo el del Cederec en Guadalupe, San Nicolás, Santa Catarina y una instalación que presuntamente es propiedad del entrenador. Según las víctimas, el entrenador realizaba tocamientos indebidos durante los ejercicios, les mostraba pornografía infantil e incluso llegó a introducir sus dedos.

Aunque Torres Dávila fue removido de su puesto al ingresar al penal, las víctimas aseguran que presuntamente sigue operando en un gimnasio en San Nicolás de los Garza.

Por otro lado, en el caso de Rodríguez Hinojosa, la fiscalía realizó dos cateos el 13 de marzo en sus gimnasios ubicados en San Nicolás de los Garza, donde se decomisaron tres equipos CPU, dos dispositivos electrónicos tipo DVR, dos memorias USB y tablets.

Las autoridades continúan investigando ambos casos, mientras las víctimas buscan justicia y exigen que se tomen medidas para evitar que estos delitos sigan ocurriendo en el ámbito deportivo.