El lander Blue Ghost Mission 1, desarrollado por Firefly Aerospace para la NASA, ha concluido con éxito su misión en la superficie lunar, marcando un hito en la exploración espacial comercial. La nave, que aterrizó el 2 de marzo de 2025 en la cuenca Mare Crisium, operó durante 14 días y varias horas en la noche lunar antes de apagarse por falta de energía solar. Durante su misión, recopiló una cantidad récord de datos científicos y capturó imágenes espectaculares, incluyendo un eclipse solar total y el primer atardecer lunar fotografiado en alta definición.
Como parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, la misión transportó 10 instrumentos científicos y tecnológicos que realizaron pruebas pioneras en la exploración lunar. Entre los principales avances se encuentran el uso de señales GPS en la Luna, la perforación térmica más profunda realizada por un robot en otro cuerpo celeste y la implementación de un escudo electrodinámico para eliminar polvo lunar.
Jason Kim, director ejecutivo de Firefly Aerospace, destacó el desafío que representó la misión y celebró el aterrizaje exitoso: “No hubo nada fácil en esta misión, pero logramos cumplir todos los objetivos”.
El aterrizaje del Blue Ghost en la cuenca Mare Crisium, una región de la cara visible de la Luna formada por antiguos impactos de asteroides y cubierta de basalto, representó un paso clave en el desarrollo de la exploración espacial comercial. La nave fue lanzada el 15 de enero de 2025 a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, separándose de este antes de iniciar su viaje hacia la Luna.
A diferencia de otras misiones comerciales anteriores, que enfrentaron fallos en el aterrizaje o en la operación de sus instrumentos, Blue Ghost Mission 1 logró activar y operar con éxito sus 10 cargas científicas. Joel Kearns, administrador adjunto de exploración de la NASA, resaltó la complejidad del proyecto: “Operar en la Luna es un gran desafío, pero esta misión logró llevar la mayor cantidad de cargas útiles en una entrega CLPS hasta ahora, lo que la hace aún más impresionante”.
Durante la misión, la nave transmitió un total de 119 gigabytes de datos a la Tierra, incluyendo 51 gigabytes de información científica y tecnológica. Este volumen de datos permitirá a los investigadores analizar el comportamiento del entorno lunar y probar nuevas tecnologías que podrían aplicarse en futuras misiones tripuladas bajo el programa Artemis.
Entre los logros más destacados se encuentra el Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE), que captó y rastreó señales del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y del sistema europeo Galileo en la Luna por primera vez. Otro experimento clave fue el Lunar Instrumentation for Subsurface Thermal Exploration with Rapidity (LISTER), que realizó la perforación térmica robótica más profunda en otro cuerpo celeste, alcanzando 3 pies bajo la superficie lunar.
Además, la misión probó el Electrodynamic Dust Shield (EDS), un dispositivo diseñado para eliminar el polvo lunar de superficies utilizando fuerzas electromagnéticas. Los resultados positivos de esta tecnología podrían mejorar la protección de trajes espaciales, vehículos y hábitats en futuras misiones.
Uno de los aspectos más impresionantes de la misión fueron las imágenes inéditas capturadas por el lander, incluyendo la primera fotografía de un atardecer lunar en alta definición y un eclipse solar total visto desde la superficie lunar. Estas imágenes, compartidas por Firefly Aerospace en redes sociales, fueron descritas como una “despedida final” de la nave antes de su apagado definitivo.
Esta misión refuerza el papel de las empresas privadas en la exploración lunar. Hasta la fecha, cinco empresas han sido seleccionadas por la NASA bajo el programa CLPS, con un total de 11 misiones confirmadas para enviar más de 50 instrumentos científicos a distintas regiones de la Luna, incluyendo el polo sur y el lado oculto del satélite.