Un turista alemán de 38 años generó caos en la zona arqueológica de Chichén Itzá al ascender sin autorización a la pirámide de Kukulcán, justo cuando miles de visitantes observaban el fenómeno del descenso de la Serpiente Emplumada. El hombre evadió la vigilancia y llegó hasta la cima, ingresando incluso a la cámara interior del monumento, lo que desató la furia de los asistentes.
El incidente ocurrió la tarde del jueves, mientras más de 9 mil turistas nacionales e internacionales presenciaban el espectáculo de luz y sombra que se proyecta sobre la pirámide durante el equinoccio de primavera. Testigos relataron que, tras ser descubierto, el infractor fue escoltado por elementos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Guardia Nacional, quienes intentaron evitar que la situación se saliera de control.
Sin embargo, el enojo colectivo escaló rápidamente y derivó en agresiones físicas y verbales contra el turista y los custodios. De acuerdo con testigos, el alemán recibió un golpe en la frente que lo dejó ensangrentado antes de ser retirado del sitio. Este tipo de acciones están prohibidas desde 2006, cuando el INAH restringió el acceso a la cima de la pirámide para preservar la estructura y garantizar la seguridad del patrimonio histórico.
El equinoccio de primavera en Chichén Itzá es uno de los eventos culturales más importantes del país, atrayendo a miles de visitantes cada año. Especialistas han destacado recientemente nuevos hallazgos sobre la precisión del diseño maya, subrayando que los triángulos de luz visibles en la pirámide varían antes y después del equinoccio, un conocimiento que los antiguos mayas usaban para organizar sus ciclos agrícolas.