En 20 años, la edad media en el Estado, ha envejecido casi una década, según los registros del Inegi; rozando casi los 30 años, en la mayoría de su población. La colectiva, Cuidadoras Potosinas, instó que la tendencia del país, se encamina hacia la dependencia de una población cada vez más envejecida. Por ello, realizó un urgente llamado a la autoridad legislativa y estatal para que, por fin, se establezca un Sistema Estatal de Cuidados.

La estadística del Plan de Desarrollo Estatal 2021-2027, señala que el 12.8 por ciento de las personas en San Luis Potosí, tienen más de 60 años. Lo que plantea desafíos en términos de políticas públicas, considerando que ocho de cada 10 adultos mayores requieren de cuidados totales al estar postrados en cama.

"El envejecimiento a nivel mortalidad y natalidad en México está aceleradísimo. Cada vez hay más adultos mayores en estado de dependencia. De 10 adultos mayores, ocho o nueve requieren cuidados totales. Ahí entran las cuidadoras. Casi siempre ese rol se lo dejan a una mujer y ella se ve imposibilitada al salir a trabajar y desarrollarse", señaló Mariana Hernández Noriega directora del colectivo.

Por si fuera poco, como uno de los roles ancestralmente asociados al género femenino, hijas y madres son relevadas a hacerse cargo de sus familiares e hijos con discapacidad. Ello, recalcó Hernández Noriega, las aísla de cualquier otra actividad de desarrollo personal, incluída la profesional e incluso la de la propia salud. Lo que, agregó pone en peligro extremo su vida y la de sus familiares.

"Tenemos 59 cuidadoras fallecidas desde el año 2022 a la fecha. Receptores, ya son 86, o sea, a la persona que se cuida. Al faltar la cuidadora, fallece el receptor o queda en indigencia en la calle. Porque no hay quien lo cuide, quién lo sostenga, quién lo mantenga, quién lo alimente, quién lo mueva", informó.

Al interior de la organización, son 820 mujeres cuidadoras actualmente y tan solo 25 hombres. De ellos, afirmó que su calidad de vida se encuentra al límite. Pues se viven entre hospitales y trámites burocráticos que los someten a grandes presiones, concluyendo en tragedias como enfermedades degenerativas, tentativas de feminicidios, suicidios e incluso, parricidios.

"Algunas cuidadoras han tenido dos o tres a su cargo, son tres receptores por una cuidadora. Ya tuvimos un parricidio y un suicidio, asesina a su hijo y después ella se suicida en su desesperación... Ya son unos niveles de violencia tan extremos y la violencia institucional sigue estando presente... Pasamos mucho más tiempo en los hospitales que en nuestras propias casas", declaró.

Ante la realidad del decrecimiento demográfico, es más que nunca necesario visibilizar y darle certeza jurídica a quiénes sostienen, con amor, el bienestar doméstico y de salud, de México y San Luis Potosí. Aunque, se declararon "sin fe", las Cuidadoras Potosinas, cansadas, enfermas y agotadas; continuarán la lucha por aterrizar las redes de apoyo a su rol en la sociedad.