Cada año, las costas de Oaxaca son testigo de un espectáculo natural impresionante: la arribada masiva de la tortuga golfina (Lepidochelys olivácea). En esta temporada, más de 20,000 nidos han sido resguardados por equipos de vigilancia ambiental, quienes trabajan día y noche para evitar el saqueo de huevos y garantizar que las crías lleguen al mar.
Organismos como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Marina han reforzado operativos en el Santuario Playa La Escobilla, una de las zonas de anidación más importantes del mundo. Sin estas acciones, la especie —catalogada en peligro de extinción— enfrentaría aún más riesgos debido a la caza furtiva y el impacto ambiental.
Gracias a estas iniciativas, se espera que en las próximas semanas miles de crías logren su primer viaje al océano, asegurando la continuidad de una especie clave para los ecosistemas marinos.