La comunidad artística y cultural de Veracruz salió a las calles para rechazar la fusión de las secretarías de Turismo y Cultura, impulsada por el gobierno de Rocío Nahle García. Bajo consignas como "La cultura no es un souvenir", manifestaron que esta decisión reduce la riqueza identitaria del estado a una mera mercancía y desdibuja su papel fundamental en la sociedad.
"No todo es turismo", señalaron los manifestantes, quienes insistieron en que las funciones de ambas dependencias —aunque a veces convergentes— son distintas: mientras la cultura promueve identidad, historia y acceso a las bellas artes, el turismo prioriza la promoción comercial. Patricia Ivison, cantante y promotora cultural, criticó que el argumento oficial sea la "optimización de recursos": "Es un recorte disfrazado. No hay plan cultural ni consulta, solo recortes a presupuesto y personal", afirmó.
Los manifestantes advirtieron que la medida podría derivar en apropiación indebida de las expresiones de pueblos originarios, al subordinarlas a intereses turísticos. La marcha recorrió calles de Xalapa exigiendo que la cultura tenga una secretaría autónoma, con visión social y no mercantil.