La reforma a la Ley del INFONAVIT ha generado confusión en algunos sectores, pero el Instituto asegura que los cambios son positivos y están orientados a beneficiar a las familias trabajadoras. A pesar de lo que se ha dicho, el INFONAVIT mantiene su estructura tripartita, en la que participan representantes de los trabajadores, empresarios y del gobierno federal en sus principales órganos. Esto asegura una gestión equitativa y con un enfoque en los intereses de todos los involucrados.
Además, la transparencia en la administración de los recursos se fortalece, ya que el INFONAVIT estará sujeto no solo a la supervisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), sino también a la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Esta medida refuerza la lucha contra la corrupción y asegura que los recursos sean manejados de forma legal y segura.
Uno de los mayores beneficios de la reforma es la mejora en la oferta de viviendas de interés social. En los próximos cinco años, se planea la construcción de al menos 500 mil viviendas para trabajadores con menores ingresos, facilitando el acceso a una vivienda adecuada, ya sea para compra o renta con opción a compra. Esto permitirá que muchos trabajadores, especialmente jóvenes, puedan ejercer su derecho a la vivienda.
Por último, la reforma también beneficiará a las personas con deudas impagables, congelando 2 millones de créditos. Esto representa una oportunidad para miles de trabajadores que ya no podían acceder a una solución para sus pagos. Con estos cambios, el INFONAVIT se posiciona como un organismo más enfocado en los derechos sociales, reafirmando su compromiso de garantizar una vivienda digna y accesible para todos.