El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva estrategia migratoria que permitirá a ciertos migrantes indocumentados abandonar voluntariamente el país y regresar con permisos legales de trabajo. Esta medida, presentada como una “gran operación de autodeportación”, busca atender la demanda laboral en sectores clave como la agricultura y la hostelería.
Durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, Trump explicó que los empleadores podrán recomendar a trabajadores migrantes sin antecedentes penales para que, tras su salida voluntaria, puedan reingresar legalmente al país. “Vamos a trabajar con ellos desde el principio para que puedan volver legalmente”, afirmó el mandatario.
Esta política se implementa en un contexto donde aproximadamente el 44% de los 2.4 millones de trabajadores agrícolas en Estados Unidos carecen de autorización legal para trabajar, según el Departamento de Trabajo. Empresarios y legisladores de ambos partidos han expresado su preocupación por la escasez de mano de obra en estos sectores y han solicitado al gobierno mecanismos para regularizar a trabajadores productivos.
En paralelo, la administración Trump ha reemplazado la aplicación CBP One, utilizada para programar citas migratorias, por CBP Home, una plataforma que promueve la salida voluntaria de migrantes indocumentados. Además, se han propuesto sanciones económicas para quienes no cumplan con las órdenes de deportación, incluyendo multas diarias de hasta 998 dólares.