Cada 23 de abril se conmemora el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, una fecha que rinde homenaje a la literatura y a quienes la hacen posible. La UNESCO estableció esta celebración en 1995 con el objetivo de fomentar la lectura, reconocer el valor de los libros y proteger los derechos de autor. La elección del día no es casual: coincide con el fallecimiento de tres figuras clave de las letras universales, Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega.
Más allá de su alcance internacional, esta fecha tiene un significado muy especial en Cataluña, España. En esta región se celebra la Diada de Sant Jordi, una tradición profundamente arraigada que combina el amor por los libros con la leyenda de un caballero y un dragón. En este contexto nace la costumbre de regalar una rosa y un libro, como símbolo de afecto, cultura y valentía.
La leyenda cuenta que Sant Jordi salvó a una princesa del ataque de un dragón y, del lugar donde cayó su sangre, nació un rosal. El caballero tomó una rosa y se la ofreció a la joven como gesto de amor. Esta historia dio origen al símbolo de la rosa, mientras que el libro fue integrado más adelante como un homenaje a la cultura y la palabra escrita. Hoy en día, hombres y mujeres intercambian ambos elementos como muestra de cariño y admiración mutua.
Barcelona se transforma cada 23 de abril: las calles se llenan de puestos de flores, librerías al aire libre y actividades culturales que celebran la lectura. Esta combinación de historia, literatura y emociones ha traspasado fronteras y es replicada en muchas otras ciudades del mundo. Regalar una rosa y un libro es más que un detalle: es una manera de compartir cultura, amor y tradición.