La presidenta de Students for Life of America (SFLA), Kristan Hawkins, ha sido blanco de ataques por parte de grupos autodenominados "abolicionistas del aborto", quienes la acusan de ser cómplice del aborto y exigen su renuncia. Estos grupos radicales buscan penalizar a las mujeres que se someten a abortos, incluso con cargos de homicidio, una postura que ha generado tensiones dentro del movimiento antiaborto en Estados Unidos.
Hawkins, quien lidera una red nacional de más de 1,400 grupos estudiantiles antiaborto, ha denunciado que los abolicionistas han llegado a protestar en sus eventos con pancartas y gritos de "asesina de bebés". En respuesta, ha tenido que aumentar las medidas de seguridad y ha expresado su preocupación por la creciente hostilidad dentro del propio movimiento.
"Estoy bastante segura de que protestan más contra mi persona que contra Planned Parenthood", afirmó Hawkins en una entrevista con The Associated Press.
La división se ha intensificado tras la anulación del fallo Roe vs. Wade en 2022, que había garantizado el derecho constitucional al aborto durante casi medio siglo. Desde entonces, los abolicionistas han presionado por leyes más estrictas en varios estados, buscando criminalizar a las mujeres que abortan. Hasta ahora, se han presentado proyectos de ley en al menos 12 estados que permitirían acusar de homicidio a quienes se sometan a abortos.
Hawkins ha manifestado su oposición a estas medidas extremas, argumentando que podrían perjudicar al movimiento antiaborto en general. "Si quieren que más demócratas proaborto ganen futuras elecciones, sigan hablando de meter a las mujeres en la cárcel", advirtió.
La creciente influencia de los abolicionistas y su retórica radical han generado preocupación entre los líderes tradicionales del movimiento antiaborto, quienes temen que estas posturas extremas puedan alejar a la opinión pública y socavar los avances logrados hasta ahora.