Trabajadores del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, ubicado en la capital oaxaqueña, denunciaron una grave crisis de insumos médicos y medicamentos, y acusaron al gobernador del estado, Salomón Jara, y a autoridades federales de falsear la situación real del nosocomio. Señalaron que, contrario a lo que se ha declarado públicamente, el hospital opera con un abasto de medicamentos de apenas 20 por ciento y sin posibilidad de emitir recetas a los usuarios.
Durante una protesta realizada la mañana de este lunes en el acceso principal del hospital, integrantes de la subsección 07 de la sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) manifestaron su preocupación por la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades. La secretaria general del gremio, Patricia Méndez, recordó que hace dos semanas se realizó una evaluación por parte del IMSS-Bienestar, cuyos resultados y compromisos aún no han sido entregados.
Méndez denunció que desde febrero se solicitó a los trabajadores realizar un informe sobre los insumos disponibles y las claves necesarias para el mes de marzo, pero hasta la fecha no se ha recibido ningún surtido correspondiente. La escasez impacta directamente en áreas críticas del hospital, que atiende a pacientes de toda la entidad.
Por su parte, Adrián Martínez, del área de farmacias, explicó que los medicamentos que han llegado no son de uso común y podrían permanecer almacenados por años sin utilizarse. En contraste, tratamientos esenciales para enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión no están disponibles, y ni siquiera se cuenta con antibióticos básicos o soluciones para hospitalización.
Uno de los puntos más alarmantes es la reciente prohibición de entregar recetas médicas a los pacientes. Anteriormente, cuando no había disponibilidad en farmacia, los médicos entregaban recetas para que los familiares pudieran adquirir los medicamentos por su cuenta. Ahora, esta opción ha sido eliminada, imposibilitando a los usuarios obtener por otros medios lo necesario para su atención.
Los trabajadores advirtieron que la política de gratuidad en salud está en riesgo, ya que sin insumos ni posibilidad de recurrir al mercado externo, se están retrasando tratamientos y exponiendo a los pacientes a situaciones de mayor vulnerabilidad.
Los manifestantes reiteraron su llamado a las autoridades estatales y federales para que dejen de maquillar la realidad y actúen con urgencia para garantizar el funcionamiento del hospital y el derecho a la salud de la población oaxaqueña.