Plataformas como TikTok se han convertido en herramientas de reclutamiento para el crimen organizado en México, especialmente entre adolescentes y jóvenes, de acuerdo con una reciente investigación desarrollada por El Colegio de México (Colmex).
El estudio, titulado Nuevas Fronteras en el Reclutamiento Digital, fue realizado en el marco del Seminario sobre Violencia y Paz de la institución, y documenta cómo diversos grupos delictivos utilizan esta red social para difundir mensajes, construir identidad y atraer a nuevos integrantes mediante contenido visual, símbolos, música y lenguaje codificado.
Entre los hallazgos, se detectaron más de 100 cuentas activas con material vinculado a cárteles como el de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Noreste, del Golfo y Los Caballeros Templarios. El análisis identificó que el 47% de esas cuentas promueven abiertamente actividades de reclutamiento, mientras que el 31% funcionan como vehículos de propaganda.
Las publicaciones incluyen emojis y frases que aluden al entorno criminal. Por ejemplo, se usa el emoji de gallo en referencia al CJNG, el de pizza para “la Chapiza” —una célula del Cártel de Sinaloa— y el de ninja para ilustrar a operadores encapuchados. También se emplean hashtags específicos como #trabajoparalamaña, #mayozambada, #señormencho o #belicones, que aluden a figuras y códigos internos del narcotráfico.
Otro elemento presente es el uso de música que exalta la vida criminal. Entre los artistas más utilizados en los audios de estas cuentas se encuentran Peso Pluma, Los Tucanes de Tijuana, Revolver Cannabis, Fuerza Regida, Movimiento Alterado, entre muchos otros cuyas canciones suelen narrar historias relacionadas con el narcotráfico.
De las cuentas analizadas, un 3% ofrecía directamente productos ilegales, principalmente armas, mientras que un 6% estaba vinculado al tráfico de migrantes hacia Estados Unidos.
El Colmex advierte que TikTok es especialmente atractivo para este tipo de operaciones debido a su bajo nivel de moderación en comparación con otras plataformas, lo que facilita la circulación de este tipo de contenido sin restricciones inmediatas.
El informe también hace énfasis en la importancia del entorno familiar y educativo para prevenir que los jóvenes sean captados por este tipo de mensajes. Señala la urgencia de entender qué factores hacen vulnerables a los menores frente al crimen organizado y cómo se pueden desarrollar estrategias de prevención desde el hogar y la escuela.