Por Cindy Palencia

¿Un Papa mexicano? Carlos Aguiar y Francisco Robles, en la lista de posibles sucesores de Francisco

Ambos cardenales de 75 años podrían marcar un momento histórico para México y Latinoamérica si uno de ellos es elegido en el próximo cónclave

Tras la muerte del Papa Francisco, los ojos del mundo se vuelven al Vaticano y al inminente cónclave que definirá el rumbo de la Iglesia Católica. En medio de nombres conocidos de Europa y África, dos mexicanos destacan con fuerza entre los posibles sucesores al trono de San Pedro: el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara. Ambos con trayectorias profundas, comprometidas y de amplio reconocimiento dentro del clero internacional.

Carlos Aguiar Retes, de 75 años, ha sido una figura clave en la transformación pastoral de la Iglesia en México. Nombrado cardenal por el Papa Francisco en 2016, tomó las riendas de la Arquidiócesis Primada de México en 2017, convirtiéndose en el guardián del Tepeyac, la casa de la Virgen de Guadalupe. Su enfoque ha sido claro: una Iglesia más cercana, incluyente y socialmente comprometida. Su liderazgo no solo es reconocido en México, sino también en América Latina, donde ha sido presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), promoviendo reformas que alinean con la visión renovadora del papa Francisco.

Por su parte, José Francisco Robles Ortega, también de 75 años, es conocido por su firme postura a favor de la paz en un país profundamente golpeado por la violencia. Ordenado sacerdote en 1976, ha encabezado diversas diócesis antes de ser nombrado cardenal en 2007 por Benedicto XVI. Desde la Arquidiócesis de Guadalajara ha impulsado el diálogo entre comunidades, la atención a víctimas y el fortalecimiento de la pastoral social. Aunque en 2023 solicitó su retiro por edad, el propio papa Francisco le pidió permanecer en funciones, reconociendo su sabiduría y equilibrio.

Si uno de ellos fuera elegido, no solo sería el primer Papa mexicano en la historia, sino también un momento trascendental para el catolicismo latinoamericano. Ambos reflejan los valores que el cónclave buscará en el nuevo pontífice: cercanía al pueblo, sensibilidad ante los desafíos sociales y un liderazgo capaz de conducir a la Iglesia en tiempos de cambio. La posibilidad de que el próximo Papa hable español y conozca de primera mano las heridas de su pueblo, ya no parece tan lejana.