Los cuerpos de la defensora de derechos humanos Sandra Estefana Domínguez Martínez y su esposo, Alexander Hernández Hernández, fueron encontrados el 24 de abril en el estado de Veracruz, luego de haber desaparecido el 4 de octubre de 2024, confirmó el titular de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), Bernardo Rodríguez Alamilla.
La activista, que en 2023 denunció la existencia de un chat en el que se difundían imágenes de mujeres mixes en situación vulnerable, había señalado públicamente la participación de funcionarios como Donato Vargas Jiménez, actual coordinador de Delegados de Paz de la Secretaría de Gobierno estatal. A principios de 2024, Domínguez Martínez volvió a denunciar un nuevo grupo denominado MegaPeda, en el que se repetían las mismas prácticas de abuso.
A pesar de sus denuncias, el gobernador Salomón Jara Cruz defendió la permanencia de Vargas en su cargo. Sandra Estefana también brindó apoyo a la diputada federal del Partido del Trabajo, Martha Aracely Cruz Jiménez, quien había denunciado violencia familiar por parte de Vargas, sin que la FGEO tomara acciones al respecto.
La desaparición de la activista y su pareja fue relacionada por su familia con las denuncias que Sandra había hecho contra funcionarios del gobierno estatal, y se sospechó de la vinculación de Vargas con su caso. Aunque inicialmente el mandatario estatal pidió la separación temporal de Vargas de su cargo, el funcionario fue reinstalado poco tiempo después.
De acuerdo con las investigaciones de la FGEO, en colaboración con autoridades federales y estatales, se concluyó que la desaparición de la pareja estuvo vinculada a un conflicto entre grupos de crimen organizado en la zona limítrofe entre Oaxaca y Veracruz.