En un avance tecnológico que promete revolucionar el entendimiento de las emociones humanas, un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania presentó un dispositivo portátil capaz de identificar emociones auténticas, incluso cuando el usuario intenta ocultarlas. El dispositivo, flexible y recargable como una bandita, mide diversas señales fisiológicas, como la temperatura de la piel, la humedad, la frecuencia cardíaca y los niveles de oxígeno en sangre, superando los métodos tradicionales que solo se basan en el análisis facial.
El profesor Huanyu “Larry” Cheng, autor principal del estudio, destacó que muchos pacientes con trastornos emocionales no son sinceros ni consigo mismos ni con sus terapeutas, lo que dificulta el diagnóstico. Al integrar señales fisiológicas con datos de expresiones faciales, el sensor ofrece una visión más precisa y fiable del estado emocional del individuo. Además, los resultados del dispositivo se envían en tiempo real a la nube o dispositivos móviles, garantizando la privacidad del usuario.
La inteligencia artificial juega un papel clave en este dispositivo, entrenada con datos obtenidos de personas que simularon diversas emociones. La precisión del sensor es notable, alcanzando un 96,28% al identificar emociones simuladas y un 88,83% en situaciones emocionales reales. Este avance tiene implicaciones significativas para el tratamiento de personas no verbales, la detección de demencia, las sobredosis de opioides y enfermedades crónicas, así como el rendimiento deportivo.
Este innovador sensor promete transformar el monitoreo emocional y clínico, especialmente en el ámbito de la telemedicina, al ofrecer intervenciones más rápidas y eficaces para los profesionales de la salud.