La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció una reestructuración drástica que incluye la reducción a la mitad de sus departamentos y del equipo directivo, en respuesta al recorte de financiamiento por parte de Estados Unidos. La medida busca ajustar su presupuesto bienal 2026-2027 a 4 mil 200 millones de dólares, frente a los 5 mil 300 millones proyectados originalmente.
El anuncio se dio en el marco de la primera jornada de la Asamblea Mundial de la Salud, tras confirmarse la decisión del presidente Donald Trump —en su segundo mandato— de retirar nuevamente a su país de la OMS, replicando lo ocurrido durante su primer periodo presidencial. Esta decisión ha golpeado severamente las finanzas de la organización, que ya había anticipado esta posibilidad y había comenzado una reforma financiera desde años atrás.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, fue claro ante los representantes de los más de 190 Estados miembros: “La organización no puede hacer todo lo que se le pide con los recursos disponibles”. La brecha presupuestaria estimada es de 500 millones de dólares, que se suma a una situación crítica en la que la ayuda internacional estadounidense también ha disminuido, afectando el acceso a la salud en al menos 70 países.
El nuevo escenario implica que los Estados miembros no sólo deberán aprobar el presupuesto reducido, sino comprometerse a financiarlo, algo que no está garantizado. Actualmente, con las contribuciones obligatorias y donaciones adicionales, la OMS tiene asegurado sólo el 60% del monto requerido, es decir, 2 mil 600 millones de dólares.
“Sabemos que con el panorama actual, movilizar esa suma será difícil”, reconoció Tedros. Recordó que se trata de una cifra menor en comparación con los gastos militares globales, que ascienden a 2 mil 100 millones de dólares cada ocho horas. La crisis financiera de la OMS se presenta en un momento delicado, con centros de salud cerrados, pérdida de empleos sanitarios y pacientes sin tratamientos en numerosos países de bajos ingresos.