Nino Benvenuti, uno de los más grandes boxeadores en la historia de Italia y medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, falleció este martes a los 87 años, informó el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI). Aunque no se especificó la causa de su muerte, su partida deja un vacío en el deporte italiano y mundial.
Benvenuti alcanzó la gloria olímpica como peso wélter en los mismos Juegos donde también brilló Cassius Clay, quien más tarde se convertiría en Muhammad Ali. De hecho, Benvenuti fue galardonado con el trofeo Val Barker al mejor boxeador del torneo, superando incluso al propio Clay. “Solo me di cuenta de la importancia de ese premio años después, cuando Muhammad Ali se convirtió en el mejor boxeador del mundo”, recordó alguna vez el italiano.
Tras una notable carrera amateur, en la que solo perdió una vez en 120 combates, Benvenuti se convirtió en profesional en 1961 y no tardó en conquistar el mundo del boxeo. Fue campeón mundial en dos divisiones: primero en superwélter en 1965, y luego en peso mediano.
Su trilogía contra el panameño Emile Griffith marcó una época. Benvenuti lo derrotó en 1967 en el Madison Square Garden para arrebatarle el título mediano, Griffith lo venció en la revancha ese mismo año, pero el italiano recuperó el cinturón en 1968. Años más tarde, en 1970, su reinado terminaría frente al argentino Carlos Monzón, quien lo noqueó en el 12º asalto en una histórica pelea celebrada en Roma.
A pesar de su éxito profesional, Benvenuti siempre consideró que su mayor logro fue la medalla olímpica: “Cuando ganas los Juegos Olímpicos, eres campeón olímpico por el resto de tu vida”, afirmó.
El CONI lo describió como “uno de los mejores boxeadores en la historia del país y ciertamente uno de los atletas más queridos”. Su elegancia en el ring, su carisma fuera de él y su legado en el deporte lo convierten en una figura inmortal del boxeo internacional.