En una noche vibrante que coincidió con la celebración de las 500 Millas de Indianápolis, los Knicks de Nueva York protagonizaron una remontada memorable para vencer 106-100 a los Pacers de Indiana en el tercer juego de las finales de la Conferencia Este, y ponerse 2-1 en la serie.
Karl-Anthony Towns fue la figura indiscutible del encuentro, anotando 20 de sus 24 puntos en el último cuarto, además de capturar 15 rebotes, a pesar de los problemas de faltas que enfrentó durante gran parte del partido. Su compañero Jalen Brunson aportó 23 puntos, incluyendo la canasta que dio la ventaja definitiva a los Knicks con 7:10 minutos por jugar.
Los Pacers, que llegaron a estar arriba por 20 puntos (55-35) antes del descanso, no pudieron mantener su dominio a pesar de un sólido juego de Tyrese Haliburton (20 puntos y seis asistencias) y Myles Turner (19 puntos). El equipo local también recibió el impulso del público, que celebró la victoria del español Álex Palou en la Indy 500, y rindió homenaje al equipo finalista del 2000, con la presencia del legendario Reggie Miller.
Sin embargo, el empuje de Nueva York fue imparable. Tras cerrar el tercer cuarto con una desventaja de solo 10 puntos (80-70), los Knicks aceleraron en el último cuarto con una defensa sólida y ofensiva precisa, neutralizando a los Pacers y tomando el control del encuentro.
El cuarto partido se disputará el próximo martes en Indianápolis, donde Indiana buscará recuperar la ventaja en casa, mientras los Knicks intentarán igualar la serie y continuar su camino hacia las Finales de la NBA.