Por Redacción Contra Réplica

Nomofobia: la adicción al celular que afecta a millones sin que lo noten

Este trastorno, cada vez más común tras la pandemia, genera ansiedad, afecta la salud mental y deteriora las relaciones personales; expertos llaman a establecer límites digitales.

En la era de la hiperconectividad, el celular se ha convertido en una herramienta indispensable para trabajar, comunicarse y entretenerse. Sin embargo, esta dependencia está dando paso a un fenómeno preocupante: la nomofobia, o el miedo irracional a estar sin teléfono móvil, el cual afecta a millones de personas sin que muchas lo noten.

El término proviene del inglés no-mobile-phone phobia y describe un estado de ansiedad o angustia que aparece cuando alguien no puede acceder a su celular, ya sea porque lo olvidó, se quedó sin batería o no tiene señal de internet.

Este trastorno ha ganado especial relevancia tras la pandemia, cuando el trabajo remoto y el uso intensivo de redes sociales intensificaron el tiempo frente a la pantalla. Entre los grupos más vulnerables se encuentran adolescentes, jóvenes adultos y personas con hábitos obsesivos o problemas de sueño.

“Revisar compulsivamente las notificaciones, evitar el contacto cara a cara y depender emocionalmente del celular son señales claras de una relación poco saludable con la tecnología”, advierten especialistas en salud mental digital.

Efectos nocivos de la nomofobia

Más allá de la incomodidad, la nomofobia puede tener consecuencias emocionales, físicas y sociales:

Trastornos del sueño, por exposición a pantallas antes de dormir.

Dolores musculares, especialmente en cuello, espalda y muñecas.

Aislamiento social y debilitamiento de relaciones personales.

Incremento en niveles de ansiedad y estrés, al estar desconectado.

Además, el uso excesivo del celular durante comidas o reuniones familiares afecta la calidad del tiempo compartido, lo que puede derivar en conflictos interpersonales y un sentimiento constante de desconexión emocional.

¿Cómo prevenir y tratar esta adicción?

Superar la nomofobia no implica renunciar al celular, sino establecer límites saludables. Los expertos recomiendan:

Evitar el uso del teléfono antes de dormir y durante las comidas.

Crear zonas libres de tecnología, como el dormitorio.

Desactivar notificaciones innecesarias para reducir la compulsión digital.

Realizar actividades offline, como leer, hacer ejercicio o socializar en persona.

Buscar apoyo profesional en casos severos, especialmente con terapias cognitivo-conductuales (TCC), que ayudan a modificar patrones de comportamiento.

A medida que crece el uso de dispositivos móviles, también aumenta la urgencia de hablar sobre sus efectos negativos. La nomofobia es real, y aprender a manejarla es clave para recuperar el equilibrio entre el mundo digital y la vida real.