Por Redacción Contra Réplica

Papa León XIV destaca el papel de las víctimas en la construcción de la paz y denuncia la cultura del descarte

Durante un encuentro con movimientos de la “Arena de la Paz” en el Vaticano, el pontífice subrayó que la paz comienza desde la perspectiva de las víctimas y la no violencia como método y estilo de vida.

El papa León XIV enfatizó la necesidad de colocar a las víctimas de la violencia en el centro de los esfuerzos para construir la paz, al recibir en el Vaticano a representantes de los movimientos y asociaciones de la “Arena de la Paz” de Verona. El pontífice estadounidense destacó que “la construcción de la paz comienza poniéndose del lado de las víctimas, compartiendo su punto de vista”, y denunció la cultura del descarte como uno de los males que perpetúan la injusticia.

En su discurso, León XIV recordó el emotivo gesto de reconciliación entre el israelí Maoz Inon, cuyos padres fueron asesinados por Hamás, y el palestino Aziz Sarah, quien perdió a su hermano a manos del ejército israelí. “Ese valiente abrazo es una señal de esperanza y nos enseña que es posible superar el odio”, señaló el papa, subrayando que la paz “no es un camino individual, sino comunitario, que requiere relaciones justas entre todos los seres vivos”.

El pontífice advirtió sobre la violencia creciente que amenaza al mundo: guerras, terrorismo, trata de personas y agresividad generalizada. “Los niños y jóvenes necesitan experiencias que los eduquen en la cultura de la vida, del diálogo y del respeto mutuo”, dijo León XIV. Afirmó que “la no violencia debe ser el método y el estilo que distinga nuestras decisiones” y elogió a quienes, tras haber sufrido injusticias, resisten la tentación de la venganza y se convierten en protagonistas de procesos de paz sostenibles.

Por último, el papa subrayó la urgencia de construir “instituciones de paz” que no se limiten a las estructuras políticas, sino que incluyan también el ámbito educativo, económico y social. “Es allí donde se juega el futuro de la fraternidad y de la paz real y duradera”, concluyó León XIV, reforzando su llamado a trabajar por un mundo más justo y humano.